Hablando con Tórtola Valencia

 

Barcelona, abril 1915.

A raíz de la reaparición en la escena de Sala Imperio de la por mil conceptos célebre artista Tórtola Valencia, después de una larga ausencia de Barcelona donde dejara tan gratos recuerdos de su exquisito arte, de fama mundial. comenzó a susurrarse que una novel casa editora catalana había escriturado a la gentil trianera para filmar una película que seguramente llamaría la atención por el sello inconfundible de originalidad que imprime a todos sus trabajos nuestra ilustre compatriota.

Tratándose de Tórtola Valencia del cinematógrafo — que tan gran fascinación está ejerciendo entre lo más escogido de los sacerdotistas del Templo de Talía — excusado es decir que la noticia despertó en mí ese inquietante deseo que siente todo periodista de confirmar lo sensacional, lo que sabe positivamente que ha de constituir la “nota del día”, pesadilla de los lectores.

No era tarea fácil averiguar indirectamente lo que sólo podía afirmar o desmentir Tórtola Valencia. Sus admiradores más asiduos ignoraban el caso. Ni el mismo Roger, con ser el más ferviente de todos, pudo comunicarme nada concreto; pero ella — me dijo — le dará detalles.

Pedí y obtuve de la exquisita amabilidad de Tórtola Valencia, un rendez-vous que se celebró en uno de los coquetones y lujosisimos salones del Círculo Artístico, el lugar más adecuado para recoger de los propios labios de un virtuoso de la talla de Tórtola Valencia, la información que asegura para el libro de oro de la cinematografía española y mundial una de sus más brillantes páginas.

Empezó ésta lánguida, porque ¿quién puede sustraerse a esa impresión indefinible que produce el verdadero arte encarnado en Tórtola Valencia y sancionado no ya por un público inteligente y culto de compatriotas, al que pudiera tildarse de parcial, sino por el público de Viena, de Berlín, de Munich, de Londres, de París, de Roma, refinado, exigente en todo?… Además, Tórtola Valencia sentía aquella madrugada (pues eran ya más de la una cuando terminara su labor en Sala Imperio y acudiera galante a la cita sin preocuparse de su cansancio, de que volarían las horas entre preguntas y preguntas de un despiadado y curioso periodista), sentía — repito — la tristeza de aquella noche de cielo cubierto y ambiente húmedo y quizás la nostalgia de un empresario ideal… pero la conversación se fue animando poco a poco hasta convertirse en nutrido tiroteo de preguntas certeras y de discretas respuestas.

Y entre copa y copa de champagne y algún que otro atentado de Tórtola Valencia a las sabrosas frutas que le fueron servidas y que tanto la gustan, la imponderable danseuse me hizo estas confesiones.

… llevo ocho años dedicada al Teatro, donde entré muy joven.

… del número de mis triunfos no puedo decirle nada, porque… fuera inmodestia en mí manifestarle que si el público de Viena y Berlín me mimó, el público de Londres y París me ha prodigado todas todas sus atenciones. Sin embargo, en Madrid, Munich y Viena creo que obtuve mis mayores éxitos artísticos.

… el Cine no sólo me gusta mucho, sino que me encanta, me admira como toda manifestación de Arte.

… Maria Carmi, la intérprete de Mi vida por la tuya, cuya prueba he visto anunciada estos días, es la artista cinematográfica preferida por mí.

… el film dramático; mejor dicho, muy dramático, me sugestiona.

… Pathé Frères, Gaumont, Éclair, Iris, de Munich y otras casas importantes, me han solicitado en varias ocasiones, pero no entraba en mis cálculos aceptar sus ofertas. He filmado dos películas editadas por la primera y tituladas La Bayadera y La serpiente, sin salir de mis danzas.

… no le han informado mal. En efecto, mi primer contrato de ese género y, por lo tanto, mi primer film verdad, será el que con el título de Pasionaria editará Condal Films, o sea la Sociedad Carballo, Prades y Compañía. Por cierto que estoy agradecidísima a las delicadas atenciones que tienen conmigo dichos señores. Son unos perfectos caballeros.

… el contrato firmado es por una serie de películas donde procuraré hacer cuanto me obliga mi entusiasmo por el cinematógrafo y mi deseo para que la Condal Films y el público queden satisfechos.

… ¿El metteur en scène? Un inteligente: José M. Codina.

… si mis contratos con las empresas de Teatro me lo permiten — cosa que no he estudiado todavía — quizás me decida, dentro de breves días, a firmar otro con los Sres. Carballo, Prades y Compañía hasta el fin del presente año.

…exigente, sí, señor. Mi primer film les cuesta bastante dinero.

…la suma…ya la puede V. suponer siendo, come es usted, perito en la materia.

…es cierto. Sé que la película Pasionaria ha sido ya pedida y hasta se ha concedido alguna exclusiva.

…me alegraré que acierte V. alcanzando yo un señalado triunfo en la cinematografía, como los que su bondad exagera al decir que he obtenido en el Teatro.

(…)

Terminada la parte profesional — lo diré así — de mi interview con la artista, comenzó otra no menos interesante (que es imposible que un periodista se deje en el tintero) con la admirada y admirable amiga.

Tórtola Valencia no ama más que al teatro, ni se siente atraída más que por la cámara cinematográfica. Así me lo confesó; pero… como tiene corazón de mujer… De ninguna manera piensa en casarse y esta resolución suya, dicha así, en seco, y que yo transcribo, supongo que caerá como una bomba entre los admiradores formales de la eximia artista.

(…)

J. Solá Guardiola
(El Mundo Cinematográfico)

 

Italy: The Cradle of Cinema Masterpieces

by Leonard Donaldson

Italy’s high position in the Cinematograph world shows no signs of waning, in spite of the great upheaval. While although rumors have reached this country that several of the leading producing films have been compelled to discontinue business owing to the war, the writer is able to assure the English trade that there is absolutely no truth in these statements, and that up to the present, in any case, the output of the Italian studios is quite normal. The export trade has certainly decreased owing to the difficulties of transport, but is believed that this trouble will soon removed.

Moreover, Italy’s import trade has been steadily increasing, during the past few years. Although the amount of British films sento to Italy has never represented a high figure, I am given to understand this is increasing annually. Whilst in 1913 only 84.145 ft. of film were obtained from Great Britain, statics go to show that this figure was doubled in recent returns.

Unlike her sister Ally France, Italy has not utilized the cinematograph to any extent for military purposes. Other than a few films depicting the mobilizing of the Italian forces, no war pictures of any note are screened at the cinemas. Moreover, I hear on the best authority that the Italian Government have issued an order prohibiting the use of cinematograph cinemas on the whole of the frontier where there are important military positions, and that no camera operators are allowed in the field.

Now a word as to the position of the Italian exhibitor. For a considerable time past he has been bearing the burden of a particularly severe taxation, particulars of which were made known to the British trade in the latter part of last year.

This taxation, as originally introduced by the Italian Minister of Finance, was so exorbitant as to be almost incredible. For the purpose of the tax , it may be remembered, the cinemas were to be divided into three groups according to this seating capacity. Thus:

Theaters of the first-class (accommodating 1.100 persons) were to be taxed L. 2 10s. per show.
Theaters of the second class, accommodating 700 persons) were to be taxed L. 1 1s per show.
Theaters of the third class (accommodating 350 persons) were to be taxed 12s 4d. per show.

Now estimating that each theatre gave nine performances a day, a theatre of the first class would be paying the unheard of tax of L. 22 10s a day!

So keenly did the Italian producers realize the danger of this movement that a commission headed by Signor Pasquali (Chevalier of the Crown) waited upon the Minister of Finance, and pleaded with him to hesitate before advocating such an extreme measure. As a result of the conference the tax was substantially modified and certain classes of cinemas are now exempt. Even by the new arrangement the tax yields 6.500.000 lire per annum — instead of 7.500.000 lire as formerly drawn up.

So it will be seen that in spite of this modification the exhibitor is still having to bear a very heavy burden. From these facts it would appear that the producers are the most prosperous class in the Italian cinema industry as, in fact, they are. Uncle Sam is, perhaps, their best customer, claiming , as he does, on an average of 2.000.000 ft. of film per annum.

Comment upon the quality and class of film that is produced in Italy does not come within the scope of this article, and would be invidious in view of the facts being so familiar to us.

Such pictorial gems as Quo Vadis?, Anthony and Cleopatra and Cabiria have borne convincing testimony of the incomparable Italian genius responsible for their conception. Alla that is greatest and best in Roman classics and history has found expression through the medium of the cinematograph. The glorious story of The Eternal City will never lose its charm so long as Italian talent is employed in its telling.

Mr. G. I. Fabbri, proprietor of La Cinematografia Italiana ed Estera, gives me an interesting account of the present position of the Italian trade under war conditions:

“When Italy first declared war to Austria, he said, “there was something of a panic in cinema circles, and many of the producing films suspended business. This, however, was only temporary, and the present conditions are almost normal. Cines, Ambrosio, Corona, Latium, Itala, Gloria, Caesar, Milano, Bonnard and several smaller firms re still busy. New Companies have been floated since the outbreak of war, amongst which are The Victoria Film Company, a concern having a Spanish directorate, and another producing firm which has recently been established by the celebrated metteur en scène Mario Caserini (of Ambrosio and Gloria fame). This company will shortly produce some very pretentious subjects of high artistic value. Furthermore, the Photo-Drama Company will be producing at an early date.”

Mr. Fabbri, moreover, informs me that at the outbreak of hostilities a number of companies were formed having small capitals. The promoters were, in most cases, artistes who had lost their connection during the panic already referred to.

Count B. Negroni (of Rome), associated with the famous star Hesperia, is responsible for an excellent production of The Lady with the Camelias, and The Alba Films (also of Rome), have recently filmed a great patriotic subject, entitled Silvio Pellico.

Films od the Allied Countries are extremely popular throughout Italy, and those of a patriotic character are eagerly sought after. I am assured that hirers of exclusive films and manufactures agents generally have not been seriously affected by the war.

The Italian trade press continues its business more or less as usual. There is La Cinematografia Italiana ed Estera; La Vita Cinematografica (which is now published by-monthly instead of weekly); Film (of Naples); La Illustrazione Cinematografica (of Milan) which, however, appears somewhat irregularly; Il Tirso al Cinematografo (of Rome) and La Cine-Fono (of Naples).

I understand from Mr. Fabbri that several new publications have appeared, but are not being well supported.

In conclusion, I am asked to give this message to the English trade:

The War has not seriously affected the cinematograph business in Italy, and each and every member of the Italian film industry is confident that the War will be brought to a victorious conclusion by the Allies.

(The Bioscope – Ciò che si dice all’estero dell’Italia. La Cinematografia Italiana ed Estera, Torino 15 december 1915)

Viaggio a Roma, dicembre 1915

Roma nel 1915 c.
Roma, Piazza del Campidoglio 1915 c.

Come al solito, anche quest’anno abbiamo fatta la nostra visita a Roma, dove gli interessi dell’industria cinematografica cominciano a prendere un posto che sta accanto, forse, a quello di Torino.

Difatti vi abbiamo notato — senza meraviglia, che eravamo al corrente di ogni cosa, ma con molto compiacimento — un’attività grandissima e un insolito e bell’ardore di lavoro.

Ci siamo recati in quasi tutti gli stabilimenti, grandi e piccoli, e abbiamo osservato e altrettanto abbiamo appreso. Non sarà quindi privo d’interesse per i nostri lettori, il conoscere tutto quanto ha attratto la nostra attenzione.

E cominceremo con la Casa magna: la Cines, dove ci siamo recati con molti punti interrogativi nella nostra fantasia, anche per le notizie che ci erano pervenute, di rallentamento di lavoro, di stasi momentanea, di dissidi bancari, ecc.

Ma si trattava, com’era da prevedersi, delle solite voci contraddittorie e infondate. La verità è questa: la nostra massima fabbrica cinematografica è sempre degna del suo primato.

Abbiamo, anzi, avuto la fortuna di giungere in un buon momento. Figuratevi che si passava in proiezione il Cristo, una delle grandiose films tipo Quo vadis? da poco ultimata, e che costituisce un autentico capolavoro, destinato ad uno di quei successi colossali che han fatto tanta fama alla Cines. Una vera meraviglia: un autentico gioiello dell’arte nostra, che sarà prestissimo programmato.

E indovinate chi era, durante e dopo quella visione privatissima, il più entusiasta ammiratore? Ve  la diamo su mille!…: Guglielmo Marconi, col quale abbiamo avuto la fortuna d’intrattenerci, e che non nascondeva la sua soddisfazione per lo spettacolo eccezionale e oltremodo interessante a cui aveva assistito.

Cristo — che ha scene meravigliose eseguite per la maggior parte in Egitto, e grandiosità di coreografia e di addobbi — sarà senza fallo la gran film dell’annata. Ne sono interpreti principali Leda Gys e il Pasquali, e conteranno entrambi un grande successo artistico… Ma è bene mettere un freno alla nostra indiscrezione, che abbiamo detto fin troppo.

Una serie speciale e originale si sta anche ultimando alla Cines. Ne sarà protagonista quella soavissima e valorosa attrice che è Maria Jacobini, a cui le porte della celebrità si schiudono meritatamente.

Avremmo molto altro da riferire, sulla conversazione col gentilissimo barone Fassini, col suo alter ego, l’egregio signor Amato e con l’amico Nino Oxilia. Ma basterà annunciare che il periodo attuale di grande riorganizzazione in cui si trova la grande Casa, avrà presto il suo degno coronamento.

Si tratta di un programma grandioso e audacissimo da attuare, e nessun dubbio possiamo avere che gli scopi cui mira la Direzione della Cines, saranno le sorprese liete e gradite che il novello anno ci prepara!

Alla Cæsar Films abbiamo trovato le quattro troupes in piena attività di lavoro: de Liguoro, Serena, De Riso, Polidor.

Ma c’è voluto poco a capire, e a vedere poi, che le maggiori energie sono concentrate sulla grande serie di lavori d’autore, da Dumas a Montépin, da Sardou a Balzac, da Dostoevskij a Scribe, a Lamartine, a cui la Cæsar si è dedicata con eccezionale entusiasmo.

S’intende che tutto è imperniato sull’arte di Francesca Bertini, la grande attrice nostra che afferma  ogni giorno nuovi successi su tutti i mercati mondiali.

L’opera ferve intensissima, e c’è accresciuta dalla costruzione del nuovo teatro di posa che l’avvocato Barattolo ha dovuto decidere, per la grandiosità del lavoro che ora grava sulla giovane e già tanto quotata marca romana.

E c’è veramente da compiacersi di tanta esplicazione d’energia e della bella e audace linea d’arte che la Cæsar s’è tracciata, e che dimostra di seguire con sempre maggior vigoria.

Anche alla Tiber fervet opus. La direzione artistica del conte Baldassarre Negroni ha già cominciato a dare risultati che si attendevano e — a parte la grande serie Hesperia, iniziata con La signora dalla camelie — che segue con Marcella, La morsa, ecc. Molti soggetti di grande linea sono in lavorazione.

Negroni passa le giornate intere nella caratteristica villa della Tiber, dedito alla sua nobile fatica.

E come lui, Ghione, il quale non intende certamente fermarsi all’ultimo successo ottenuto con Ciceruacchio e con La banda delle cifre.

V’è pure un metteur en scène inglese, con una prima attrice sua compatriota, che lavora ad una serie interessantissima e originale di soggetti speciali, destinata — oltre che ai nostri — ai mercati d’oltre Manica e d’oltre Oceano.

Nella sua troupe sono anche gli ottimi coniugi Ruffini.

Un altro nuovo acquisto della Tiber è anche Diana D’Amore, che dà sicure speranze di grandi successi.

E anche alla Tiber si costruisce un nuovo teatro e si sta ultimando un impianto completissimo di luce artificiale.

Bene, dunque, e sempre avanti!

A Roma una novità non poteva lasciarci indifferenti: la rientrata nell’agone cinematografico di Gianna Terribili Gonzales, la cara attrice nostra che fu tra le prime ad ascendere la vetta della gloria e della celebrità.

La Terribili, dunque, torna alla sua arte prediletta lavorando per suo conto. E siamo rimasti graditamente sorpresi, visitandola nel suo ricco villino fuori Porta S. Giovanni, trasformato in uno stabilimento modello, con un bel teatro di posa, magazzini completi, reparti tecnici e tutto quanto è indispensabile per una buona lavorazione.

Tutto era in ordine; l’opera è già stata iniziata. Direttore artistico di questa nuova Casa — che sorge sotto i maggiori auspici e fra i più fervidi auguri — è l’avvocato Alberto Lolli, di cui è ben noto il valore.

Prima attrice è — sarebbe ovvio il dirlo — la Terribili Gonzales, che inizia una serie destinata  suscitare il più vivo interesse.

Il ruolo di primo attore è stato affidato all’ottimo Guido Trento.

E giacché siamo a parlare di nuove combinazioni, annunciamo quella dell’onorevole Di Bugnano, che ha dato vita, insieme ad Augusto Genina, alla Medusa Film, di cui si annuncia imminente il primo grande lavoro: Il sopravvissuto, dramma cinematografico di Giannino Antona Traversi, messo in scena dal Genina, e che ha per interpreti principali Fernanda Negri Pouget (che sarà la prima attrice della nuova marca), Ugo Gracci, Camillo Pilotto, Teresa Boetti Valvasura e Lea Giunchi.

Questa Casa sorge con elevatezza d’intenti e dispone di adeguati mezzi finanziari. Dati i nomi che la compongono — se le notizie sono vere — auguri al Di Bugnano, a Genina ed all’ottima Negri-Pouget.

Con molta curiosità ci siamo recati alla Palatino Film, che ha a direttore il grande Guazzoni, e che s’era tenuta finora in assoluto mutismo circa l’opera sua già da tempo iniziata. Ma noi abbiamo forzato il riserbo e possiamo annunciare almeno uno degli eccezionali lavori che la Casa romana — figlia della Cines — ci prepara. Intendiamo parlare di Ettore Fieramosca. Basta l’accenno all’immortale romanzo di Massimo d’Azeglio, ed il nome di un metteur en scène come il Guazzoni, per esimerci da ogni panegirico.

Oltre questa film altre se ne preparano… Ma ci hanno pregati di usare la massima discrezione, e non possiamo soddisfare oltre la curiosità — del resto legittima — dei lettori.

Ottima impressione ci hanno fatto anche le visite agli altri stabilimenti:

Della Brune-Stelli abbiamo già avuto occasione di parlare, e la nostra gita ha confermato le ottime previsioni. Armando Brunero ha saputo coordinare nel miglior modo la sua produzione e — dopo il successo di Ego te absolvo — un altro ne ha ottenuto in questi giorni a Roma con La Samaritana, film in cui Delia Bicchi ha riaffermato le sue belle qualità di attrice.

Anche la Brune-Stelli, per l’accresciuto lavoro e il favore incontrato nei mercati esteri, s’è veduta costretta ad ampliare il suo stabilimento.

L’Alba Film, di Augusto Ferretti, continua sull’ottima via intrapresa col Silvio Pellico.

Così anche l’Augusta, dell’ing. Santoro, e di cui è direttore Oreste Gherardini, che lavora intensamente.

E la Real Film, che s’adorna del bel nome e si giova dell’attività di Augusto Jandolo.

Ma non possiamo chiudere queste brevi note senza accennare ad un importante stabilimento tecnico, che finalmente è venuto ad eliminare molte difficoltà che intralciavano la nostra industria: la Filmgraf del sig. Pietro Sinesi, per la stampa di positivi cinematografici. Questa Ditta ha già avuto modo di affermarsi solidamente, e negli stabilimenti di via Flaminia affluiscono già sempre crescenti ordinazioni delle maggiori Case.

Infine facciamo le nostre congratulazioni più vive a Gustavo Lombardo, che accentra nei magnifici suoi uffici di via Quattro Fontane, 159 (un vero Ministero!) la sua complessa Azienda che estende i mille tentacoli su tutti i principali mercati del mondo.

Intanto sta per lanciare L’avvenire in agguato, di Roberto Bracco, con protagonista la bellissima Vittoria Lepanto, ed altri lavori si stanno approntando del massimo interesse, che faranno strabiliare.

Molte cose ci riserva il Monopolio Lombardo, e il pubblico ed i cinematografisti le apprenderanno con piacere.

Non avevamo ragione di affermare, in principio, un’interessante relazione?

Auguriamoci che tutto proceda sempre meglio e che la nostra grande industria conti nel novello anno nuove e sempre maggiori affermazioni.

A. A. Cavallaro
(La Vita Cinematografica)